Caya Afrania y sus encendidos alegatos
- Julio 25, 2021
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El abogado, tiene la obligación de saber el verdadero contenido de las palabras que escribe o pronuncia, cuando se dirige al estrado. – Manuel Palacios
Por: MONTSERRAT VARGAS
“En cuanto al sexo, prohíbe que las mujeres aboguen por otro, y la razón de la prohibición es evitar que las mujeres se mezclen en causas ajenas, en contra del pudor propio de su sexo, y desempeñen oficios viriles.”
Dicho veto se encontraba en los ordenamientos jurídicos de la antigua Roma, haciendo evidente el descredito que se le imponía a la mujer que se dedicara a ejercer la labor de abogacía.
Sin embargo, y pese a este juicio de la sociedad, no fue impedimento para que Caya Afrania (en algunos textos se referencia como C. Afrania o Calfarnia o Calfurnia) se limitara para demostrar sus habilidades de litigante con una gran capacidad expositiva jurídica, históricamente llamados “Encendidos alegatos”.
Lamentablemente no existe evidencia de sus escritos, de sus demandas, ni de sus alegatos, pero que en la forma en que la historia la recuerda, nos lleva a creer su éxito jurídico, ya que fueron grandes escritores quienes centraron sus letras únicamente para atacarla, llamándola incluso la más rebelde de las abogadas romanas.
Ejemplo de ello, se encuentra en el famoso historiador del Siglo I d.C., Valerio Máximo, que la describe como una mujer en busca del conflicto y de manera literal la señala “presentaba siempre demandas por sí misma ante el pretor, no porque le faltasen abogados, sino porque su falta de pudor era más fuerte que todo”.
Es de suponerse, que los antiguos romanos, esperasen que la Caya Afrania, se refugiara en el anonimato y postulara a través de un caballero, por lo que su actuar nos hace admirarla mucho más.
Sabedora de su conocimiento sobre el derecho, los textos la describen como la más aguerrida de las abogadas, con una notable elocuencia.
Recordemos que en una época donde predominada el aspecto masculino, la valentía de una mujer en el campo del derecho debió de considerarse insultante.
Puesto que Valerio, narró en la biografía que hizo a esta mujer Valerio:
“Ella vivió hasta el segundo consulado de Gayo César y el primero de Publilio Servilio (48 ó 49 a. C.). En efecto, de semejante monstruo es mejor transmitir a la posteridad el recuerdo del momento de su muerte que el de su nacimiento”.
Que tan aguerrida fue, a que tantos jueces hizo repelar, ¿qué esperaban los historiadores su pronto fallecimiento, para mantener una calma social?
Como dice el historiador Jorge Sáenz en su obra Elementos de Historia del Derecho:
“En realidad, no se sabe si esto ocurrió realmente, o si simplemente esa mujer actuaba en forma demasiado independiente y fue vista como una amenaza para la androcracia dominante. Como quiera que fuese, las mujeres quedaron en lo sucesivo excluidas de la actividad forense”.
Así es, se le adjudica a la actuación de Caya Afria, que posteriormente se prohibiera el ejercicio de la mujer en el derecho, pese a ser combatida la decisión de las autoridades, por demás abogados, esta fue irrevocable.
Dicha prohibición traería sería plasmada en las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio; (Tercera Partida, Ley 3, Título 3) “cuando las mujeres pierden la vergüenza es fuerte cosa oírlas y contender con ellas”.
Así, la historia Romana trató de eliminar a Caya Afrania, únicamente por una mentalidad viril de sometimiento constante a la mujer.
Empero que sirvan estas líneas para exaltar el labor de una mujer que se dedicó al ejercicio del derecho, pese a las limitaciones sociales, y que hoy en la líneas de odio hacia ella, admiramos su gran profesionalismo jurídico.
¿Cuántos juicios gano para que la odiaran tanto?
¿A cuántos jueces sulfuró para referirle alegatos encendidos?