Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada. Noam Chomsky
Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada. Noam Chomsky
Por: Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Que difícil ha sido para el gremio periodístico los tiempos de la 4T de López Obrador, según ellos alcanzaríamos los mejores niveles en libertades, hablaron de que garantizarían la seguridad en el país para todos y en ello para los comunicadores, pero no pudieron y durante la administración del tabasqueño se cuentan 42 compañeros que perdieron la vida. Las respuestas de los que gobiernan fueron las mismas que en el pasado, “vamos a investigar”, “llevaremos al fondo”, “se hará justicia”, y muchas otras frases hechas y al final pobres o nulos resultados.
Y que conste que no se trata de una defensa a ultranza, porque ahí están el periodismo cercano al poder del priismo, del panismo y de los morenos que se construyeron a sus “informadores” y que se convirtieron en focas aplaudidoras, aquellos que en lugar de escrutar al poder le aplauden y derraman lágrimas en televisión nacional para conservar los apoyos. Son dóciles, faltos de profesión, todo justificado en sus buenas intenciones y sin rigor, eso sí dispuestos a defender como buenos activistas, pero de eso no se trata el periodismo.
Fue desde la mañanera donde el Pejelagarto se encargó de estigmatizar, de meter a todos, hasta los propios, en el mismo costal de la corrupción incitando a las hordas de seguidores a linchamientos en redes y conato de bronca en las calles.
Pero la realidad de muchos de los que trabajamos en los medios, son malas condiciones para ejercer el oficio, sueldos bajos y en muchos casos sin seguridad social. Por cierto, López abrió el beneficio de incorporar a periodistas que trabajan por su cuenta al IMSS, pero le dio la tarea de seleccionar a sus incondicionales y los que no eran afines, nunca se les otorgó el beneficio.
Qué decir del desdén conque los dueños de los medios grandes tratan a sus empleados, son carne de cañón y hasta fichas para negociar con el gobierno porque causan incomodidades, o simplemente no quieren pleitos con quienes tienen el poder y les sale más “barato” despedir y pagar finiquitos que defender, conservar líneas editoriales y enfrentarse con ellos.
El periodismo es fundamental para entender a las modernas democracias. Al informar, investigar y exponer, los periodistas desempeñan un papel crucial para la transparencia, la pluralidad de voces, la rendición de cuentas para la ciudadanía, pero esos temas les disgustan a los regímenes autoritarios y retrógradas.
En México hay diferentes agrupaciones de periodistas, uno de esos grandes esfuerzos ha sido la Academia de Periodistas de Radio y Televisión que renovó su presidencia. Miguel Ángel López Farías dejó el cargo y entregó la estafeta a Judith Sánchez Reyes quien conducirá a la ANPERT en los próximos años. Hay entusiasmo, tablas y coraje para continuar con el trabajo de Enrique Lazcano, Polo Mendivil, Vladimir Galeana y Miguel Ángel López Farías y todos sus agremiados.
Y es que el periodismo es un bien público esencial para el funcionamiento de una democracia y es nuestro deber proteger y defender esta profesión fundamental.
Señor periodista MAM, gracias por una gran gestión al frente de la Academia y que sea para bien estimada JSR… pero mejor ahí la dejamos.
La gaviota y el propagandista
El productor de narcoseries, Epigmenio Ibarra, quien atacara un día sí y otro también a la ex esposa de Peña Nieto, Angélica Rivera, ahora su empresa le produce una telenovela. No pues si el negocio es el negocio, pura simulación con sus pases de lista e ideales del propagandista.
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Hasta la próxima.