En algún lugar de la colonia la Santa María la Redonda, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se llevó una PLÁTICA CIUDADANA, en cual juran y manifiestan sus respetos al personal que participa en el Programa Conduce sin Alcohol, mismo en el que se aplica el Alcoholímetro. “Son anti-corruptibles”.
Sí. “Les ofrecimos 170 mil pesos, para no llegar al Torito, no aceptaron”. Se hizo una vaca “puse 120 mil, y ellos 50 mil”. Se les ofreció. No aceptaron. Resignamos aceptamos las 20 horas de sanción, con mala comida, pero buena atención. Salvo, el maltrato a un extranjero, abusaron de un cubano quien lo usaron para lavar los platos, limpiar, barrer, entre otras actividades.
Sí. Son incorruptibles. En la plática que se lleva en algún lugar de la Alcaldía Cuauhtémoc. Resignado, aceptó, el aislamiento, aunque esa falta le generó problemas en sus negocios.
“No había tomado. Bebí una o dos cervezas y por eso, me aplicaron el alcoholímetro. Sin embargo, me percate, que ellos tienen que cumplir con una cuota. Así, peatones o indigentes con aliento alcohólico, son presentados y son recluidos.
Esa fue la PLATICA CIUDADANA.
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