*OPINIÓN* Palabras Más: ¿Y el semáforo rojo?
- Diciembre 15, 2020
- Tiempo de lectura: 5 minutos
Nada está construido en piedra; Todo está construido sobre arena, pero debemos construir como si la arena fuera de piedra. Jorge Luis Borges
Por: Arturo Suarez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Los días de la pandemia van y el saldo sigue siendo negativo por donde se le busque, los contagios aumentan exponencialmente y la capacidad del sector Salud está a prueba, así como la respuesta de los gobiernos, tanto federal como los estatales, quizás ese es el verdadero “elefante reumático” al que se refiere López Obrador. El enojo de Claudia Sheinbaum, de López-Gatell y de su patrón puede ser síntoma de desesperación, nunca domaron la pandemia, están rebasados por los muertos, los enfermos del pueblo bueno que no atiende los llamados.
Desde la semana pasada los llamados del presidente y de su subsecretario de salud se han hecho constantes, ya vemos a Gatell en todas sus conferencias utilizar el cubrebocas, no así a Obrador, pero cuando una reportera le regaló uno en plena mañanera, lo aceptó de buena manera, insisto son indicios de que la cosa no está nada bien y que tarde o temprano le va a pasar la factura al gobierno de la 4T.
Se terminó el semáforo, los colores, lo estiraron hasta que pudieron y ya no da para más, así les sucedió con el sistema centinela que presentaba López-Gatell como algo infalible, hasta desistió diciendo “olvídense ya de eso”, la nueva normalidad no existe porque seguimos en emergencia sanitaria que se ha agudizado en los últimos días y se puede poner peor.
La pregunta sigue siendo ¿por qué no estamos en semáforo rojo? Porque el gobierno de López y de Sheinbaum no quieren cerrar de nuevo la economía para salvar vidas. Cerrar implicaría ir contra su política de austeridad republicana, se necesitaría aplicar programas de ayuda para mantener empleos y empresas, ellos ya decidieron y dejaron a la gente a su suerte, por eso los ciudadanos, aunque sean responsables y usen las medidas adecuadas, se la juegan, tienen que elegir entre su salud y el sustento de la familia.
No hay pueblo bueno, eso solo existe en la imaginación presidencial, que conste que he dicho varias veces que no se trata de ser represor, pero sí de endurecer las medidas porque es una situación de salvar vidas. Y no, no todo es culpa de las fiestas, de las reuniones y aglomeraciones por la temporada, se trata de algo más serio, de la renuncia del gobierno a proteger a la población por el dogmatismo recalcitrante de un presidente indolente.
Nada le quita la irresponsabilidad a los que no se cuidan, pero dejar toda la responsabilidad al pueblo bueno es criminal, sí “el gobierno más humanista” que ha tenido el país evade esa responsabilidad constitucional, entonces… ¿para qué tenemos gobierno?
Las camas de hospital, los respiradores, los insumos, el personal se están agotando, el sistema de salud está al borde del colapso y de eso los responsables son los del Palacio.
Entre palabras
El cerco se está estrechando, me comentan de Palacio Nacional que por lo menos tres reporteros que van a la mañanera dieron positivo a Covid-19. No le deseamos mal al presidente, pero cuidado porque está cada vez más cerca.
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Hasta la próxima.