Por: MILTON ROJO
La situación de violencia en Culiacán en donde la vida nocturna ha estado paralizada y que gradualmente va recuperando su ritmo, mientras la vida se restablece, algunas bandas salieron a la calle, porque por lo menos de septiembre a la fecha, que dicho sea de paso, son muy buenas fechas, es zafra dicen, pero ante la crisis, algunas bandas salieron a tocar en bulevares concurridos por el día y las tardes y la ciudadanía ha estado apoyando, pero hay que apoyar a nuestras bandas aún más.
Escuchar música de banda ya sea temprano en la mañana o en las tardes antes de que caiga el sol, nos cambia el humor. Es sagrado escuchar la música de banda en la calle. Ahorita la violencia volvió a la música de banda como un bien público.
Las violencias cambian las formas de vida de la sociedad. ya salimos de día, pero todavía no salimos en la noche, aunque ya ves más carros.
¿Y qué vamos a hacer cuando la violencia se restaure? ¿Qué tipo de sociedad vamos a ser?
Todos queremos que la paz vuelva a la ciudad. Ahora bien, lo más seguro es que las bandas volverán a los salones y a los campos a tocar en fiestas y eventos, lo cual esperamos sea pronto. La música de banda en la calle es una bendición, pero también es un mensaje para apurar la restauración de paz. Es una muestra de adaptación, pero es un recordatorio de que si las cosas cambian también cambian los escenarios.
Pero, ¿y la banda en la calle? Lo más seguro es que las bandas dejarán de tocar en la calle. ¿Y si las áreas de cultura local y estatal contratarán por horas a las bandas para tocar en las calles? ¿Y si los gobiernos negocian con las bandas que han estado en la calle ahorita para que siguieran tocando durante meses?
Soñar no cuesta nada, pero estaría muy bien que la paz se restaure, además que la música de banda continuará por unos meses haciendo un bien público, esto como un regalo a la sociedad cuando se restaure la Paz.
Es que andar por la calle y escuchar “Tecateando”, “El sauce y la palma” y otras canciones, es una expresión de rebeldía, es dar arte a cambio de la buena voluntad, es tocar la tarola, el clarinete y tuba con magistralidad al aire libre y darle a la gente una música de viento a horas que nadie espera y que mucho ayuda, pero ya nos merecemos que la paz se restaure.
Y que todo vuelva a ser como antes… pero lo más seguro es que seremos otra sociedad…
Y la pregunta es, ¿qué tipo de sociedad vamos a ser?