.jpg)
(Foto ilustrativa)
CDMX.- Los atlas de riesgos permiten identificar regiones que se encuentran en peligro potencial y vulnerabilidad ante desastres naturales. Sin embargo, en México, sólo 493 de los dos mil 469 municipios de México cuentan con este instrumento al 31 de diciembre de 2021, es decir, apenas el 20%.
“Su ausencia dificulta que las autoridades puedan implementar medidas preventivas ante los desastres y las limita a ejecutar acciones correctivas, una vez que ya sucedieron los eventos, con un mayor número de pérdidas sociales y económicas”, reveló un estudio de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), publicado en febrero.
El documento añade que esta omisión “podría significar que se edifiquen asentamientos en lugares no propicios, que expondrían a la población y al patrimonio, público y privado, a potenciales situaciones de riesgo”.
Mientras que dentro de los 493 municipios que sí tienen este documento, 456 lo presentaron a partir del año 2011.
Las entidades que han cumplido son el Estado de México, con la totalidad de documentos para sus municipios, seguido por la Ciudad de México (con 81.3% de las alcaldías) y Baja California Sur y Colima, ambos con coberturas de 80%.
Mientras que las entidades que menos han diseñado este instrumento están San Luis Potosí y Guerrero (menos del 4%). En Guanajuato y Oaxaca (6.5%), en Zacatecas (6.9%) y Jalisco (8.8%).
Qué información tiene un Atlas de riesgo
Estos documentos constan de bases de datos, sistemas de información geográfica y herramientas para el análisis y la simulación de escenarios, así como la estimación de pérdidas por desastres. Los instrumentos deben mantenerse por ley constantemente actualizados debido a la naturaleza dinámica del riesgo.
De acuerdo con el artículo 86 de la Ley General de Protección Civil, “en el Atlas Nacional de Riesgos y en los respectivos Atlas de las entidades federativas y Municipales de Riesgos, deberán establecerse los diferentes niveles de peligro y riesgo, para todos los fenómenos que influyan en las distintas zonas”.
Su objetivo es que sean tomados en cuenta “por las autoridades competentes, para la autorización o no de cualquier tipo de construcciones, obras de infraestructura o asentamientos humanos”.
Además, el estudio de la ASF número 1522-GB agrega que entre 2000 y 2021 se emitieron 2 mil 227 declaratorias de emergencia y 739 de desastre naturales en todo el país, de las cuales la mayoría correspondieron a: Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Chihuahua, las cuales presentan los mayores niveles de pobreza y de rezago social (con excepción de Chihuahua).
Los problemas más graves ocurrieron en zonas con asentamientos humanos en lugares de riesgo, los que las hace vulnerables ante la posibilidad de desastres naturales.
La declaratoria de emergencia se emite cuando la SSPC, por conducto de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), reconoce que uno o varios municipios, se encuentran ante la inminencia de una amenaza natural, por lo que se requiere prestar auxilio inmediato a la población en riesgo, indica la ASF.
Adicionalmente, se han emitido 413 declaratorias de contingencia climatológica o de desastre en el sector agropecuario, que sirven para apoyar a los trabajadores del campo, pesqueros y acuícolas de bajos ingresos para reincorporarlos a sus actividades en el menor tiempo posible tras ser afectados por un evento climático.
El estudio de la Auditoría añade que los fenómenos asociados con estas declaratorias de emergencia, desastre y contingencia climatológica se dividieron en 2 mil 191 de carácter hidrometeorológico (92.1%), 148 geológicos (6.2%), 36 químicos (1.5%) y cuatro sanitarios (0.2%).
Los eventos hidrometeorológicos de mayor ocurrencia fueron lluvias, heladas, ciclones tropicales, granizadas, nevadas e inundaciones, que en su mayoría propiciaron declaraciones de emergencia, seguidas por declaraciones de desastre.
Más historias
Diputados avalan aumento de precio de cigarros y refresco
Hallan basura espacial en Playa Bagdad, Tamaulipas
AMLO se presentó en la FIL Zócalo