Por Juan Pablo Ojeda
La historia de amor entre Paola Espinosa e Iván “Pollo” García, dos leyendas del clavado mexicano, ha vuelto al centro de la conversación pública tras una revelación inesperada del medallista olímpico en el podcast La Capitana, conducido por Sandra de la Vega.
A casi una década de haber hecho pública su relación, García confesó que su romance con Espinosa enfrentó obstáculos desde el inicio, particularmente presiones externas dentro del equipo nacional. En sus palabras, hubo momentos en que la doble medallista olímpica fue obligada a mantener una relación con otro clavadista.
“La obligaban a estar en una relación con un compañero para que no se deprimiera y pudiera seguir entrenando… pasamos un momento complicado, hubo muchos enojos”, declaró Iván.
¿Quién era el otro clavadista?
Aunque García no reveló el nombre del clavadista involucrado, relató cómo esta situación afectó no solo su relación sentimental con Paola, sino también su rendimiento en las competencias.
“Me decía: ‘No entrené hoy, llegué a la alberca y me agarró mi entrenadora con el otro involucrado, y todo el día me estuvieron obligando a regresar con él. No me dejaron entrenar’”, recordó García, evidenciando un ambiente de control emocional dentro del equipo nacional.
Libertad después de Río 2016
Fue hasta después de los Juegos Olímpicos de Río 2016 que Paola y “el Pollo” pudieron vivir su amor con libertad, ya sin el temor a represalias dentro de la selección.
“Cuando se acabaron los Juegos y vi que ya no estaba en peligro, le di un beso y le dije: ‘Vente conmigo’”, contó Iván, emocionado.
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