Senado se da una manita de gato legislativa: PVEM busca prohibir cirugías estéticas en menores de edad

Porque nada grita “preocupación por la juventud” como una nueva ley bautizada con nombre emotivo, la senadora Rocío Corona Nakamura, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), presentó la iniciativa conocida como “Ley Nicole”, que busca prohibir las cirugías estéticas en menores de edad y castigar penalmente a quienes las realicen.

La propuesta, según explicó la legisladora, tiene como objetivo proteger la salud, el bienestar y la vida de niñas, niños y adolescentes. Todo muy loable, aunque muchos se preguntan si el Senado no podría aplicar la misma energía legislativa a otros temas urgentes… como el sistema de salud pública que permitiría atender de verdad a los menores que ya enfrentan problemas médicos.

La senadora denominó la iniciativa “Ley Nicole” en memoria de Paola Nicole, una adolescente de 14 años que murió en Durango tras complicaciones por una cirugía estética. “El consentimiento de su madre, los intereses económicos de una clínica y la presión social pudieron más que la prudencia médica”, lamentó Nakamura, en una declaración que suena fuerte, aunque —como suele pasar en el Senado— se quedará en el papel por buen tiempo.

La legisladora advirtió que el caso no es aislado: según datos de la Sociedad Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, en 2017 se realizaron más de un millón de procedimientos estéticos a menores. Es decir, mientras los senadores discuten la conveniencia de una nueva ley, la industria de la belleza sigue operando sin tanto debate… y con mucha demanda.

Nakamura señaló que algunas familias incluso regalan cirugías como obsequio de 15 años, una práctica que revela más sobre la presión social que sobre la responsabilidad adulta. “Todo sea por tener más likes”, ironizó la senadora, quizás sin notar que en el Senado también hay cierta afición por la exposición mediática.

La propuesta contempla excepciones solo en casos médicos o reconstructivos, como labio leporino o deformidades físicas, y recomienda una evaluación psicológica previa para asegurar una relación sana con la imagen corporal.

En resumen, el Senado vuelve a alzar la voz contra los excesos… ajenos. Porque mientras se prohíben las cirugías estéticas para menores, dentro del recinto legislativo nunca faltan los retoques de imagen política, esos que no se notan a simple vista, pero cuestan mucho más y rara vez tienen efectos duraderos.

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