
Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO
La llegada de Ronald Johnson como nuevo embajador de Estados Unidos en México no es sólo un acto protocolario, sino un momento clave para replantear la agenda bilateral en un contexto político y de seguridad particularmente sensible. A menos de veinticuatro horas de su arribo, Johnson fue recibido por el canciller Juan Ramón de la Fuente en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El encuentro, descrito oficialmente como “cordial, franco y directo”, marca el inicio de una etapa de interlocución con la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, que aún define su postura internacional con respecto a Washington.
El gesto del embajador al visitar la Basílica de Guadalupe acompañado de su esposa, con una invocación a la sabiduría y la fuerza para enfrentar su nueva encomienda, no es sólo simbólico. Johnson inicia su misión diplomática en un momento en que el Gobierno estadounidense ha intensificado su narrativa sobre el narcotráfico transfronterizo. Apenas días antes, el Departamento de Justicia anunció cargos federales por terrorismo contra presuntos integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva, acusándolos de operar una red binacional de tráfico de fentanilo y lavado de dinero al servicio del Cártel de Sinaloa.
Esta coincidencia entre la llegada del embajador y la judicialización de un caso con implicaciones bilaterales de alto perfil no puede interpretarse como ajena al momento político. La tipificación del narcotráfico como terrorismo —una estrategia jurídicamente agresiva impulsada por la fiscal general Pamela Bondi— tensiona los equilibrios tradicionales en la cooperación binacional. Abre, además, la puerta a un rediseño de la narrativa sobre la seguridad compartida y podría ser preludio de presiones renovadas para que México adopte una postura más proactiva frente a los grupos criminales.
El canciller De la Fuente, con una trayectoria reconocida en el ámbito académico y diplomático multilateral, enfrenta ahora la compleja tarea de mantener una relación bilateral basada en el respeto y la cooperación, pero sin ceder soberanía ni permitir que se impongan agendas externas bajo la justificación de la seguridad regional. La promesa de un “diálogo directo” puede facilitar el entendimiento, pero también plantea la necesidad de establecer límites claros sobre los alcances y formas de dicha colaboración.
Claudia Sheinbaum recibirá este lunes las cartas credenciales del embajador Johnson, formalizando el inicio de sus funciones. Este gesto, habitual en la diplomacia, cobra un peso especial ante la reconfiguración del mapa político mexicano y la expectativa sobre el papel que jugará la nueva administración en temas como migración, comercio, seguridad fronteriza y control de precursores químicos.
Si bien el discurso oficial apuesta por la cordialidad, los hechos apuntan a una relación marcada por tensiones estratégicas. Estados Unidos continúa utilizando herramientas legales y mediáticas para presionar sobre el tema del fentanilo, en tanto México deberá responder con inteligencia diplomática, pero sin permitir que se imponga una visión unidireccional del problema. La seguridad binacional es un objetivo compartido, pero no puede construirse a partir de imposiciones o narrativas de confrontación.
En este escenario, la cancillería mexicana tiene ante sí una oportunidad crucial: consolidar un canal de comunicación eficaz con Washington que permita defender los intereses del Estado mexicano sin erosionar el espíritu de cooperación. El encuentro entre De la Fuente y Johnson marca el inicio de este delicado equilibrio. El reto será sostenerlo en el tiempo, en medio de procesos judiciales, agendas políticas y cambios en la narrativa pública que podrían condicionar la dirección de la relación bilateral.
APUNTES CLAVE:
REFUGIOS: La activista Olimpia Coral reconoció a las Casas Carmen Serdán como espacios seguros para mujeres que viven violencia. En San Martín Texmelucan, se abrió una nueva sede de este modelo de atención humanista. Durante el evento, el gobernador Alejandro Armenta informó que ya han sido atendidas más de 10 mil personas en estas casas, principalmente mujeres, niñas y niños. La Fiscalía, el Gobierno del Estado y Olimpia Coral firmarán un convenio para capacitar a mujeres sobre los riesgos de la violencia digital. Las autoridades destacaron que estas casas son más que refugios: representan justicia, dignidad y una nueva oportunidad de vida para mujeres en situación de violencia. // CUIDADO ANIMAL: La diputada Fuensanta Guerrero propuso reformar leyes para evitar la crueldad y explotación de animales en el turismo mexicano. Su iniciativa busca prohibir el uso de animales en actividades como paseos en calandrias tiradas por caballos, espectáculos con delfines y fotos con fauna silvestre. La legisladora del PRI alertó que en el mundo hay más de 550 mil animales salvajes en cautiverio usados para entretener turistas, incluyendo en México. Su propuesta busca promover un turismo más ético y garantizar el bienestar animal. //DESAPARICIONES: El diputado Rubén Moreira acusó que, con el gobierno de Morena, han aumentado sin control las desapariciones, los homicidios y la violencia política en México. Dijo que, desde 2018, el número de personas desaparecidas al día pasó de 15 a 40, lo que representa un aumento del 170%. Junto con el economista Mario Di Costanzo y el abogado Miguel Sulub, advirtió sobre el alto costo económico y social de la inseguridad. Señalaron que en 2024 se gastaron 4.5 billones de pesos por este problema, casi el 18% del PIB, y que Morelos encabeza los casos de violencia política, aun sin elecciones en puerta.
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