Al maestro, con cariño

Por: Antonio Amaya Vidal

Lo que hace muchos años fue la profesión más importante en nuestro país hoy sigue teniendo importancia, pero gracias a la falta de valores y a las circunstancias que pone la vida a los padres de familia.

Hoy en día tenemos atentados contra los profesores, como el de la mañana del 10 de marzo en Puebla cuando un alumno de primer año de la Prepa Santiago 2 de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) golpeó con un martillo a su profesor debido a una diferencia entre ambos, lo cual generó una intensa movilización policiaca, así como del personal de seguridad privada de la institución.

         El caso del UPAEP no es el único en México, ante el incremento de bullying en contra de los docentes en las instituciones y entre alumnos del nivel básico, algunas escuelas del Estado de México han implementado un programa que contribuye a fortalecer la sana convivencia entre alumno y maestro, toda vez que, según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos creció la cifra de casos de abuso escolar, especialmente ataques contra docentes.

El acoso escolar parece afectar también a los profesores, quienes frecuentemente se convierten en blanco de agresiones perpetradas por sus estudiantes e incluso los padres de familia.

 El abuso contra los profesores se manifiesta frecuentemente a través de las redes sociales, aunque la violencia puede ir desde los insultos verbales hasta delitos contra la propiedad privada y agresiones físicas.

         La pregunta obligada es saber ¿en qué momento se perdió la línea de respeto entre alumnos y profesores?, yo entiendo que también han existido abusos por parte de los docentes a los alumnos. Pero hoy es cada vez más común saber de agresiones de niños y jóvenes contra los maestros. Hoy todo se toma muy personal, tenemos la piel muy sensible y tenemos la mecha corta.

         En mi vida profesional como docente de niños y jóvenes, mi experiencia ha sido muy grata. Al trabajar con niños conoces la pureza de un ser humano, conoces el bien y la camaradería, conoces la importancia que le dan los niños a las promesas; pero también aprendes a leer a los niños y desarrollas un sentido para identificar qué pasa en casa con sus comportamientos, el hijo único, el de papas grandes, el de papas jóvenes, el que vive con violencia.

Al trabajar con jóvenes de Universidad he aprendido que se debe ser muy claro de que todo lo que se hace es por su bien profesional, su futuro laboral; pero también entiendes quien está solamente por cumplir a papá y mamá, el que está equivocado de Carrera, el que está seguro de que el negocio familiar pasará a sus manos y el que solamente va a calentar el asiento.

         La diferencia de trabajar con niños y jóvenes está en que con los niños puedes trabajar sin que te objeten o cuestionen, mientras que con los jóvenes se lucha contra la apatía, una personalidad ya hecha y que tienes que lidiar con alguien que te ve como su empleado.

         Por eso hago un exhorto a todos los que tenemos hijos en casa para que les enseñemos a respetar y también a ser respetados, para que los profesores sigan siendo los segundos en formar la vida de los niños, recordando que como padres transmitimos a los niños y jóvenes mucho de lo que vivimos.

         Éste día del maestro felicito a todos los maestros que han atravesado a lo largo de mi vida y que han dejado parte de ellos al enseñarme desde el abecedario hasta poder ser crítico de políticas públicas. Gracias infinitas por la labor que hacen con todos al enseñarnos y tenernos paciencia, su trabajo es primordial en todos, pues gracias a ustedes podemos hacer cosas sencillas y complejas en nuestra vida cotidiana.

 

Twitter    @togno

FB   Antonio Amaya Vidal

antonio.amayavidal@gmail.com.mx

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