
Creer significa liberar en sí mismo lo indestructible o mejor: liberarse o mejor aún: ser indestructible o mejor aún: ser. Franz Kafka
Por: Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Hace unos días fue recibido como héroe en el Senado de la República, Miguel Ángel Yunes Linares. Como dicen “¡ver para creer! Porque fue uno de los antagonistas del mismo López Obrador y parte de “la mafia del poder” que tanto mentaba el Pejelagarto.
Por cierto, fueron cercanos a Felipe Calderón Hinojosa y a la profesora Elba Esther Gordillo. El primero fue el segundo presidente panista y villano favorito del régimen por iniciar la guerra contra el narco y los nexos probados de Genaro García Luna con el crimen organizado. La segunda, un ícono acomodaticio del viejo PRI.
No hace muchos años los Yunes fueron acusados de todo, pero como suele pasar en los tiempos de la 4T, basta tener una moneda de cambio para ser perdonados por López Obrador y ahora por la presidente Claudia Sheinbaum. El capital político de los Yunes les alcanzó para la aprobación de la Reforma al Poder Judicial, caminar tranquilos por las calles y hasta para presidir la Comisión de Hacienda en el Senado de la República.
Así termina de una vez por todas, el cuento aquel de que los morenos eran diferentes, se quitan la máscara de superiores morales o de autoridad que tanto pregonaba su líder desde sus conferencias mañaneras. Que decir de personajes como Noroña que le gritaba en la cara a García Luna que era un “corrupto y asesino” o a Calderón que de borracho no lo bajaba. Hoy esos personajes más radicales se toman la foto con los Yunes a quienes ya los afiliaron a Morena en el mismo recinto senatorial. ¿Qué hubieran dicho si otro partido hubiera hecho lo mismo? Pero así son los tiempos del segundo piso de la 4T.
A quien no le gustó nada, fue a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle quien pidió que no se les reconozca como parte de ese movimiento. Aunque Luisa María Alcalde ya la mandó a la ventanilla de la Comisión de Honor y Justicia de ese partido y Sheinbaum no quiere comprometerse a dar su opinión. Pero Rocío Nahle es una de las favoritas del expresidente, la mantuvo todo el sexenio al frente de la construcción de Dos Bocas, que por cierto todavía no refina.
Incluso la gobernadora morenista no sólo cuestionó la honorabilidad política del miembro del clan Yunes, sino que anunció que impugnará de manera formal la afiliación de Miguel Ángel Yunes. Aunque la afiliación de Yunes no es la única que ha causado incomodidad dentro de la 4T, pues en días recientes Alejandro Murat Hinojosa, ex gobernador de Oaxaca y ex militante del PRI, presumió su afiliación al partido fundado por López Obrador.
Así se les acabó la autoridad moral, son los mismos de antaño solo que perdonados y algunos condecorados como Salvador Cienfuegos, otros justificados como Ignacio Ovalle Fernández de Segalmex, Manuel Bartlett al qué se le cayó el sistema, ex gobernadores que son cónsules o embajadores.
“Fuera máscaras”, ya no es superioridad moral, es arrogancia y prepotencia… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
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